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que compromete a tu conciencia




Sucede, sin darte cuenta estás desequilibrado. Son rápidos los fogonazos auditivos que atraviesan tu personalidad; todas tus fobias salen a la luz. Razones no hay pocas: sabe como controlarte, de una u otra manera, y al final termina por descubrir toda tu imaginación.

Requiere esfuerzo. Una vida entera de trabajo para una melancolía en bruto, para la materia prima de las emociones, no basta. Generaciones completas terminan por disolverse tras la frustración de no poder hacerse con lo más difícil: manipular una esencia tan vaga e incontrolable que es imposible obligarla a retrasarse a nuestros lentos pasos. Sobrepasa nuestra razón, toda nuestra abstracción, cada pequeña sinapsis queda reducida, y aún así nos encanta. Me embriaga.
Nos embriaga.

Erradica solo lo que quiere, una parte del pensamiento queda al margen mientras ocupa el máximo de concentración que puede: toda. Y cuando llega a ese punto te susurra como si conciencia fuera, empezando con su vil juego.
Ninguna razón para desafiarte.

Nunca se detiene con un simple temperamento. Manipulación = fracaso. Es arte, es abstracción, es razón, es silencio.
Pero por ningún motivo es muerte.

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Me acompaña los viernes por la tarde; cuando necesito un desahogo relativo.


Saludos